Esta es la columna del periodista Ricardo Alemán, que aparece el día de hoy en el periódico El Universal. La cual se transcribe un fragmento, como texto de análisis y reflexión:
"Cuando un político o gobernante pierde la cabeza, los territorios de la política y el poder suelen transformarse en tierra fértil para el disparate.
Ese parece ser el caso de Eduardo Bours, gobernador de Sonora, quien desesperado porque en sólo 25 días perdió el proyecto político de su vida —el de ser presidente—, también parece haber extraviado los sentidos de responsabilidad, ética y de gobierno.
¿Qué es, si no una muestra contundente de extravío, que Bours proponga indemnizar a los familiares de los niños muertos en la guardería ABC —con casi un millón 500 mil pesos—, a cambio de que los deudos firmen en exclusiva para su gobierno la facultad de demandar al IMSS y al gobierno federal por la tragedia? ¿Qué significa esa monstruosidad a la que llegó el gobernador Bours —que, en medio del dolor de los deudos, pretender comprar los derechos de venganza personal contra el IMSS y de protección a sus parientes—, quien acaso alterado por su tragedia política personalísima se aleja de principios básicos de justicia, gobierno y Estado?
Desde su investidura de gobernador —caricatura de gobierno—, nos enseña que lo suyo no es la ley ni menos la justicia; que no es estadista y que está lejos del ejercicio ético del poder. “Todo tiene precio”, parece decir el bárbaro de Sonora. Por eso pone en la mesa un millón y medio de pesos para cada uno de los deudos —en eso tasa la vida de los niños—, a cambio de que le entreguen los derechos de ejecutar su venganza personal. Parece que asistimos al regreso de los gobiernos carroñeros.
¿Cuál es el disparate de Bours? Que en tanto gobernador está obligado a la reparación del daño, a la indemnización. Pero antes tiene una alta responsabilidad con la justicia y la legalidad: castigo a los responsables de la tragedia de la guardería. Nada de eso le importa. En una propuesta que ofende a la sociedad toda y a las instituciones del Estado, intenta comprar la justicia. “Llévense el dinero, cierren la boca y dejen que yo decida el destino de la justicia”, dice a los padres de los niños muertos. ¿Quién será capaz de parar ese despotismo?
Lo harán los electores el domingo venidero. Perderá la elección, primera sanción de un castigo que deberá ser ejemplar. La corte no dejará impune a Bours. Al tiempo."
LA SOBERBIA LO MATO, Y LA AMBICION LO ENLOQUECIO RIP EDUARDO BOURS
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