Que los dueños de guarderías sean políticos corruptos, familiares y amigos de estos, y hasta narcotraficantes.
Desde años este país de simulaciones, se ha convertido en un campo donde la política hace negocios privados y los negocios privados hacen política. Todos embuidos en una sociedad, en una gran mafia ajena al resto de los mexicanos.
Si un gobernador en cuyo sexenio ha sucedido el infanticidio más grande de México, asegura que puede dormir como bebé; es que de verdad no enfrentamos a un grupo de sinvergüenzas, sin escrúpulos que sólo velan por sus intereses.
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